Comentario Crítico 1: Kasparov vs Deep Blue
Comentario Crítico: Kasparov
vs Deep Blue
El gran duelo entre el gran campeón mundial de ajedrez Kasparov y la máquina de inteligencia artificial Deep Blue, ha dado mucho que comentar. Aunque es verdad que al principio pudo parecer un duelo igualado, ya que Kasparov ganó la primera partida, de las otras 4 Deep Blue hizo un pleno. ¿Por qué una simple máquina pudo ganar al ajedrez al gran Kasparov?
Bien, esta simple máquina, capaz de calcular 200 millones de jugadas por segundo, de un juego en el que existen infinidad de jugadas, ha sido la protagonista de este proyecto para bien o para mal.
Dicho esto, la inteligencia artificial, cuya relevancia es lo que se quería resaltar con todo este experimento del pulso entre mente humana y mente artificial, ha dado sus frutos. Aunque cierto es también que programar a una máquina para que haga algo de forma rutinaria como jugar al ajedrez, no es de ninguna manera una exaltación de la inteligencia artificial, aunque en cierto modo, tiene su parte de sorprendente.
Este experimento ha tenido una finalidad mayor que el hecho de que IMB tuviera intenciones socio-económicas que sacar. El hecho de que una máquina haya ganado a una persona en algo, da mucho juego a la prensa y personas que defienden la producción de robótica destinada a la implantación de inteligencia artificial, para que puedan realizar las tareas rutinarias y domesticas. Esto facilitaría y agradaría la vida de las personas, es cierto, pero también hay que ver el lado negativo de las cosas. Estas formas de inteligencia artificial no buscan otra cosa que hacer que los seres humanos realicen menos cosas y que las que hagan, las hagan con poco esfuerzo. Esto nos convierte en seres inútiles a merced de la robótica.
Aunque es impresionante ver como un robot es capaz de ganar a una persona jugando al ajedrez, calculando muchísimas jugadas por segundo, no hay que verlo como una lucha entre ser humano e inteligencia artificial, si no como una divertida y simple partida de ajedrez.
El gran duelo entre el gran campeón mundial de ajedrez Kasparov y la máquina de inteligencia artificial Deep Blue, ha dado mucho que comentar. Aunque es verdad que al principio pudo parecer un duelo igualado, ya que Kasparov ganó la primera partida, de las otras 4 Deep Blue hizo un pleno. ¿Por qué una simple máquina pudo ganar al ajedrez al gran Kasparov?
Bien, esta simple máquina, capaz de calcular 200 millones de jugadas por segundo, de un juego en el que existen infinidad de jugadas, ha sido la protagonista de este proyecto para bien o para mal.
Dicho esto, la inteligencia artificial, cuya relevancia es lo que se quería resaltar con todo este experimento del pulso entre mente humana y mente artificial, ha dado sus frutos. Aunque cierto es también que programar a una máquina para que haga algo de forma rutinaria como jugar al ajedrez, no es de ninguna manera una exaltación de la inteligencia artificial, aunque en cierto modo, tiene su parte de sorprendente.
Este experimento ha tenido una finalidad mayor que el hecho de que IMB tuviera intenciones socio-económicas que sacar. El hecho de que una máquina haya ganado a una persona en algo, da mucho juego a la prensa y personas que defienden la producción de robótica destinada a la implantación de inteligencia artificial, para que puedan realizar las tareas rutinarias y domesticas. Esto facilitaría y agradaría la vida de las personas, es cierto, pero también hay que ver el lado negativo de las cosas. Estas formas de inteligencia artificial no buscan otra cosa que hacer que los seres humanos realicen menos cosas y que las que hagan, las hagan con poco esfuerzo. Esto nos convierte en seres inútiles a merced de la robótica.
Aunque es impresionante ver como un robot es capaz de ganar a una persona jugando al ajedrez, calculando muchísimas jugadas por segundo, no hay que verlo como una lucha entre ser humano e inteligencia artificial, si no como una divertida y simple partida de ajedrez.
